Mi
experiencia en "Vía crucis", fue maravillosa e inolvidable.
Hacer cine sin recursos es para gente que ama y le gusta lo que hace y que se
apasiona por ello, de resto no creo que alguien lo haga, pues lo que conlleva
un rodaje es de mucho trabajo y en muchas ocasiones sacrificios, y más cuando
se ha hecho como decimos los colombianos, con las uñas.
Primero agradezco a Dios por esa bella oportunidad, a mis padres quienes desde niña me apoyaron, enseñándome a presentarme en público. Recuerdo que mi padre celebraba cada pirueta que hacía, cuando me subía a una mesa a recitar, cantar, actuar y me lo aplaudía. Al igual que mi madre quien me acolitaba haciéndome trajes para cada actuación en mi colegio.
Ahora no me queda más que agradecer, ya que debido a esa maravillosa oportunidad, pude lograr el sueño de actuar y que ahora Dios me siguiera bendiciendo con un regalo más: protagonizar mi primer cortometraje junto a mi hijo Juan Pablo Mendoza Chaux...... Por todo estos gracias a todos y cada uno de ustedes!!, espero que cine minga siga adelante!!.....
A mi
primer profesor de Teatro Elder Hugo Dorado, a Ariel Martínez,
quien nunca olvidó sus raíces y quiso sembrar semillas de cultura en nuestro
pueblo Timbío, Cauca. Y cómo no darle las gracias a nuestro director Harold
De Vasten, quien puso su confianza en nosotros, y con amor y paciencia día
a día hizo que muchas personas participaran en su proyecto y de una u otra
forma terminaran involucrándose. Fue muy bonito ver el interés de nuestra gente
en algo que muchos ni siquiera conocíamos: "el mundo del cine".
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